La cocina de primavera

Cada estación del año tiene su energía y su alimentación, que igual que otros aspectos de nuestra vida, debe estar de acorde con las necesidades energéticas del momento en el que nos encontramos. En este artículo apuntamos algunas ideas sobre la cocina de primavera.

El invierno nos invita a recogernos, y el frío a calentarnos. Es momento de estofados, de caldos hechos a fuego lento, de cocciones largas y tapadas. El verano es chisporroteante, dinámico, luminoso y caluroso, queremos comidas frescas, livianas, sentir el zumo que se desprende del bocado a un melocotón maduro, salteados rápidos de verduras finas y crujientes…. No es necesario ir a clases de cocina o nutrición para saber estas cosas, que más que conocimientos son sensaciones o necesidades guardadas en nuestra memoria profunda.

Ya sé que utilizar tres veces la palabra verdura en una misma frase no suena como lo más atractivo del mundo gastronómico, pero os aseguro que bien cocinadas, en el momento adecuado y con el complemento o salsa pertinente ganarán puntos en cualquiera de vuestros menús

En esa dinámica energética de las estaciones y su alimentación, la primavera y el otoño también cumplen un papel. Son las estaciones de la transición. De la misma manera que en primavera cambiamos progresivamente del jersey grueso a otro más ligero, pero sin guardar del todo el abrigo, en la cocina empezaremos a aparcar el estofado de verduras con setas, por unas verduras al vapor, para pasar después a una verdura verde salteada. Pero dejando en la recámara algo de nuestra cocina de invierno.

Ya sé que utilizar tres veces la palabra verdura en una misma frase no suena como lo más atractivo del mundo gastronómico, pero os aseguro que bien cocinadas, en el momento adecuado y con el complemento o salsa pertinente ganarán puntos en cualquiera de vuestros menús. Además son tres platos (estofado, vapor, salteado) que ilustran en pocas palabras el tránsito de la primavera con distintas técnicas de cocción.


La cocina de primavera 

La cocina de primavera tiene que combinar platos y cocciones de invierno, como un trigo sarraceno con alcachofas o un estofado de lentejas, con otras más frescas como un paté de lentejas coral.

Es tiempo de empezar a hacer salteados de verduras más cortos y menos concentrados.  Hemos estado todo el invierno cociendo el arroz integral en olla a presión, podemos empezar a cocerlo, como otros cereales en grano, en una olla normal, bien tapado, pero menos concentrado.

La primavera es la mejor época para depurar. Hazlo, ¿Por qué no?. Pero es preferible un buen caldo de verduras con alga kombu que zumos de frutas y verduras.

El final del invierno y el principio de la primavera también nos traen nuevos brotes, hojas verdes y frutos rojos: espárragos, guisantes, habas, todavía quedan alcachofas, las últimas chirivías de la  temporada, nuevas hojas verdes (las acelgas rebrotan y nos regalan sus hojas multicolor antes de desaparecer con el verano), y por encima de todas ellas fresas y fresones. Los más pequeños, próximos y maduros… los más dulces.

La primavera es la mejor época para depurar. Hazlo, ¿Por qué no?. Pero es preferible un buen caldo de verduras con alga kombu que zumos de frutas y verduras. La primavera es un entretiempo, que todavía tiene mucha energía procedente del invierno, no te dejes engañar por ese sol que brilla y, en ocasiones, abrasa a medio día. El frío acecha en la noche y en tu sistema digestivo, que sigue pidiendo un caldito caliente para activarse. El zumo natural es un capricho delicioso, pero convertido en norma es un torpedo directo a nuestro nivel energético.

Y no olvidéis que la principal fuente de energía son los cereales, en grano e integrales.