Yogur de avena
Este yogur de leche de avena es muy refrescante, hace las veces de postre o de merienda y se conserva una semana en la nevera. Se pueden hacer porciones individuales repartiéndolos en vasos o copas. Si compráis yogures, que sean en vaso de cristal, así, además de reducir el uso de plástico, los podéis guardar para cuando cocinéis vuestros propios yogures.
La receta original os la presento con fresas, quedan deliciosas, pero este yogur, totalmente vegano, también se puede elaborar con otras frutas de temporada y con frutas del bosque (moras, frambuesas o arándanos), cada vez menos salvajes.
Ingredientes
- Leche de avena ( 1 litro)
- Fresas (500 g.)
- Agar-agar en polvo ( 2 cucharadas de café)
- Malta de maíz ( 2 cucharadas soperas)
- Puré de almendras blanco ( 2 cucharadas de café)
- Sal marina ( un pellizco)
1.- Poner la lecha de avena, el agar-agar, la malta y el puré de almendras en un cazo. Llevar a ebullición removiendo continuamente con una cuchara o espátula de madera
2.- Dejar cocer suavemente uno o dos minutos, hasta que el agar-agar se disuelva. Después, retirar del fuego.
3.- Lavar y escurrir las fresas. Cortarlas en trozos. Ponerlas en otro cazo con la sal y llevar a ebullición, removiendo.
4.- Cuando salgo el zumo, uno o dos minutos, retirar las fresas con una espumadera y ponerlas en un bol. Reducir el zumo de fresa ( unos 5 minutos) hasta que sólo quede un jarabe espeso.
5.- Devolver las fresas al cazo, remover bien y retirar del fuego.
6.- Mezclar con cuidado las fresas con la leche de avena. Verter el resultado en los recipientes. Dejar enfriar hasta que la leche espese, adquiera consistencia de yogur, y guardar en la nevera.
Fuente: “Manger bien, manger sain” de Diana y Gerard Cazals – HACHETTE/CIL